Me recuerdo parado con mi amigo Javier frente a un kiosko de diarios en Mar del Plata mirando giladas. Hasta que vimos el Crónica de la tarde y en la tapa decía que Luca había muerto.
Javier se puso a llorar.
Yo estuve mudo por un par de días.
Nunca se me había muerto un ser querido.
Sirvan estos temazos de abrazo para Luca que nos mira desde el cielo.
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