jueves, 18 de febrero de 2010

El intento de asesinato a Bob Marley

Si bien se había declarado neutral para las elecciones de 1976 en Jamaica, Marley era considerado por el Partido Nacional del Pueblo (PNP) y el Partido Laborista Jamaiquino (JLP) como un adversario a vencer. La verdadera historia detrás de los hechos.



Para 1976, Bob Marley era considerado por el Partido Nacional del Pueblo (PNP) y el Partido Laborista Jamaiquino (JLP), como un adversario a vencer. Había tenido una relación cordial con el socialista Muchael Manley del PNP, pero en diciembre, con las elecciones cada vez más cerca, Marley se declaró neutral. Los políticos, dijo, eran el Demonio. Sin embargo, los dos partidos consideraban que Marley podía ayudarlos o perjudicarlos. Su creciente fama, no sólo entre los fanáticos de la música de todo el mundo, sino también entre los defensores de los derechos humanos y los luchadores por la libertad en Africa, habían convertido a Marley en el jamaiquino más admirado del planeta, y en su patria era visto como uno de los verdaderos líderes espirituales de la isla, para disgusto de aquellos que despreciaban sus orígenes marginales y su identidad rasta. A medida que las elecciones se aproximaban, la violencia se salía de control; era tal la tensión en Kingston que la gente no salía de su hogar. Algunos miembros del PNP visitaron a Marley en su casa de la calle Hope, donde vivía y ensayaba con su banda, y lo presionaron para que diera un recital gratuito al aire libre, el 5 de diciembre, que se llamaría "Smile Jamaica", para mantener la tranquilidad hasta las elecciones.

Marley aceptó, e incluso compuso un tema para la ocasión, titulado precisamente "Smile Jamaica"; había demasiada crispación en la ciudad y podía explotar. Pero si bien no se pronunció por uno u otro candidato, todo el mundo creía que Marley quería que Manley fuera elegido primer ministro. Según varias versiones, Marley recibió muchas amenazas al acercarse la fecha del concierto, incluida una supuesta advertencia de la CIA. Alguna gente de su entorno abandonó el país. Un grupo de vigilantes parapoliciales se ofreció a custodiar su casa, pero durante las primeras horas de la noche del viernes 3 de diciembre, la guardia desapareció. A eso de las ocho y media de la noche, Marley y sus músicos hicieron una pausa en sus ensayos. Instantes después, dos autos blancos compactos estacionaron en la entrada y bajaron varios hombres armados con escopetas. Algunos de ellos rodearon la propiedad, mientras que otros entraron en la casa y abrieron fuego. Dispararon unas ochenta y tres balas. Una había alcanzado a Rita Marley en la cabeza, mientras trataba de escapar, y quedó entre su cuero cabelludo y el cráneo; Don Taylor, por entonces el mánager de Marley, recibió cinco disparos, uno de ellos cerca de la base de la columna; y al mismo Marley una bala -que uno de los tiradores había dirigido hacia su corazón- le rozó el pecho y le dio en el brazo.

Esa noche no murió nadie, pero el conflicto en que vivía Jamaica se intensificó, como era de esperar. Marley se refugió en una casa aislada, propiedad de Chris Blackwell, custodiada por rastas con machetes. Dos noches después, decidió hacerle frente al peligro y se presentó a dar el concierto "Smile Jamaica", para apaciguar los ánimos. Al final del show, Marley se levantó la camisa y mostró sus heridas. Hizo una pose burlona, como si fuera un pistolero, inclinó la cabeza hacia atrás y se rió; luego se fue de inmediato. Dejó la isla por un tiempo, dolido por el ataque, y -en cierto sentido- Jamaica nunca volvió a ser su hogar. Durante un tiempo, nadie supo dónde estaba. Después pasó por Estados Unidos, visitando a familiares en Delaware y Miami, y de allí se fue a Inglaterra, donde Lee Perry se lo presentó a las bandas punks británicas, entre las cuales se destacaba The Clash.

Nunca se detuvo a nadie por el atentado contra Marley. Circularon rumores de que el JLP podría haber tenido algo que ver, y varios periodistas y documentalistas han propuesto hipótesis que señalan la participación de la CIA, mediante el apoyo parcial de un ex agente. La policía nunca encontró sospechosos y el caso quedó en la nada.

Tiempo después, Bob Marley dijo que creía que Haile Selassie lo había protegido esa noche. Selassie estaba muerto: una revolución lo había expulsado del trono en 1974 y falleció en 1975, encarcelado en su palacio. Sin embargo, para Marley y la mayoría de los rastafaris, Selassie seguía siendo el Dios Viviente. Marley creía que Selassie había desviado las balas porque todavía le quedaba mucho trabajo por hacer, y sólo Dios, y no el hombre, podría sacarlo de este mundo. Aun así, Marley tendría que trabajar rápido: les dijo a sus amigos que no esperaba vivir más allá de los 36 años.

Por Mikael Gilmore - Fragmento de la nota aparecida en RS 139

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