Hace un tiempo comenzó a circular en el sitio de videos on line YouTube.com un cortometraje del periodista Luis Dapelo a modo de investigación sobre un sospechoso caso que llegó por correo sobre el caso del jugador de fútbol Javier Mascherano. Se trata de una publicidad del nuevo motor Turbo Diesel “MJET” de Fiat, el cual correría más y consumiría menos que cualquier otra maquinaria de su estilo.
Luis Dapelo comienza su investigación en San Lorenzo, Santa Fe, donde Javier Mascherano nació y vivió hasta los 15 años. Al intentar hablar sobre el jugador, nadie quiere darle respuesta, hasta que una mujer se acerca al periodista y lo lleva a hablar con Juan Marieti, un profesor de educación física. Este le cuenta que al principio, el jugador lo reemplazaba en los partidos, pero luego de un diciembre, al volver de las vacaciones, Mascherano regresó muy cambiado, nadie lo podía parar, lo cual produjo un cambio de roles. Todo sería consecuencia de una pretemporada que lo preparó adecuadamente. El profesor, sin poder decir más nada, le da una dirección: “Espigas 923″.
En esa dirección hay un hospital abandonado, a donde entra haciéndose pasar por un inspector municipal. Allí, encuentra fotos de personas entrenando con electrodos y de pruebas que se hacían con perros y caballos, además, descubre el archivo de Javier Mascherano con un sello que dice MJET. El guardia del lugar le cuenta que en un tiempo, allí trabajaban mucho y hablaban poco, pero de un día para el otro, todo se frenó.
Un compañero del diario le dijo que un amigo, llamado Pablo Pagano, había investigado algo, y que tenía material que le podría interesar. Ambos se encuentran en la cancha de Huracán. Su colega le entrega una foto de Javier en la que se le puede ver una enorme cicatriz que va desde el ombligo hasta el pecho. La foto habría sido tomada en 2004.
Volviendo a Espigas 923 del conurbano bonaerense, se entera que en el establecimiento trabajan muchos extranjeros, y que hacía meno de un mes el doctor Martín De Alonso había visitado el hospital.
Luis Dapelo decide esperarlo en la puerta de la Clínica Santa Marta, pero al salir, el médico no quiere hacer declaraciones. Sin embargo, le deja una tarjeta para que al día siguiente se encuentren en su domicilio.
Al buscar MJET en google.com, el periodista descubre que se trata de un motor de la Fiat, por lo que se acerca a Guido Risoli, un mecánico, que le explica que es un motor diesel que se supone que corre como ningún otro. A su entender, MJet significa Multi Jet, pero Dapelo intuye que la M es de Mascherano.
Al otro día, el periodista se reune con el Dr. Martín De Alonso, especialista en medicina deportiva. Este le cuenta que mientras un jugador de fútbol promedio corre a razón de 11km por hora, Mascherano lo hace a 19. Y a su entender, el material que tiene Luis Dapelo (hospital + cicatriz + motor + un jugador que no para de correr) indica que a Javier le metieron un motor adentro.
Al otro día, el Ingeniero Edaurdo Rovarino lo contacta, este fue el autor de la carta que lo metió en la investigación. Le cuenta que hace algunos años comenzó a trabajar para la Fiat, que le había comendado hacer un motor diesel que no se comparara con ningún otro. Comenzó a trabajar con la mejor tecnología del mundo, pero cuando las cosas se pusieron muy incómodas, renunció al proyecto.
Al llegar a su domicilio, Luis encuentra que se habían metido en su casa y le dejaron todo patas para arriba. Este incidente fue el que terminó de convencer al periodista de que Javier Mascherano tiene un algo rendimiento gracias al nuevo motor Fiat que tiene adentro.
Luis intenta hablar con Javier, pero este no da ningún tipo de declaraciones.
Todas las pruebas se mandaron al comité de disciplina, pero el secretario general, Florencio M. Juliano, le respondieron que las pruebas eran débiles y manipuladas, pero de todas manera, el gasoil no es una sustancia prohibida.
Luis Dapelo comienza su investigación en San Lorenzo, Santa Fe, donde Javier Mascherano nació y vivió hasta los 15 años. Al intentar hablar sobre el jugador, nadie quiere darle respuesta, hasta que una mujer se acerca al periodista y lo lleva a hablar con Juan Marieti, un profesor de educación física. Este le cuenta que al principio, el jugador lo reemplazaba en los partidos, pero luego de un diciembre, al volver de las vacaciones, Mascherano regresó muy cambiado, nadie lo podía parar, lo cual produjo un cambio de roles. Todo sería consecuencia de una pretemporada que lo preparó adecuadamente. El profesor, sin poder decir más nada, le da una dirección: “Espigas 923″.
En esa dirección hay un hospital abandonado, a donde entra haciéndose pasar por un inspector municipal. Allí, encuentra fotos de personas entrenando con electrodos y de pruebas que se hacían con perros y caballos, además, descubre el archivo de Javier Mascherano con un sello que dice MJET. El guardia del lugar le cuenta que en un tiempo, allí trabajaban mucho y hablaban poco, pero de un día para el otro, todo se frenó.
Un compañero del diario le dijo que un amigo, llamado Pablo Pagano, había investigado algo, y que tenía material que le podría interesar. Ambos se encuentran en la cancha de Huracán. Su colega le entrega una foto de Javier en la que se le puede ver una enorme cicatriz que va desde el ombligo hasta el pecho. La foto habría sido tomada en 2004.
Volviendo a Espigas 923 del conurbano bonaerense, se entera que en el establecimiento trabajan muchos extranjeros, y que hacía meno de un mes el doctor Martín De Alonso había visitado el hospital.
Luis Dapelo decide esperarlo en la puerta de la Clínica Santa Marta, pero al salir, el médico no quiere hacer declaraciones. Sin embargo, le deja una tarjeta para que al día siguiente se encuentren en su domicilio.
Al buscar MJET en google.com, el periodista descubre que se trata de un motor de la Fiat, por lo que se acerca a Guido Risoli, un mecánico, que le explica que es un motor diesel que se supone que corre como ningún otro. A su entender, MJet significa Multi Jet, pero Dapelo intuye que la M es de Mascherano.
Al otro día, el periodista se reune con el Dr. Martín De Alonso, especialista en medicina deportiva. Este le cuenta que mientras un jugador de fútbol promedio corre a razón de 11km por hora, Mascherano lo hace a 19. Y a su entender, el material que tiene Luis Dapelo (hospital + cicatriz + motor + un jugador que no para de correr) indica que a Javier le metieron un motor adentro.
Al otro día, el Ingeniero Edaurdo Rovarino lo contacta, este fue el autor de la carta que lo metió en la investigación. Le cuenta que hace algunos años comenzó a trabajar para la Fiat, que le había comendado hacer un motor diesel que no se comparara con ningún otro. Comenzó a trabajar con la mejor tecnología del mundo, pero cuando las cosas se pusieron muy incómodas, renunció al proyecto.
Al llegar a su domicilio, Luis encuentra que se habían metido en su casa y le dejaron todo patas para arriba. Este incidente fue el que terminó de convencer al periodista de que Javier Mascherano tiene un algo rendimiento gracias al nuevo motor Fiat que tiene adentro.
Luis intenta hablar con Javier, pero este no da ningún tipo de declaraciones.
Todas las pruebas se mandaron al comité de disciplina, pero el secretario general, Florencio M. Juliano, le respondieron que las pruebas eran débiles y manipuladas, pero de todas manera, el gasoil no es una sustancia prohibida.
Fuente: casomascherano.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario