FUERA DE SECTOR

Sector 9 ha dignificado el género fantástico. Esa nave enorme, y a punto de desmoronarse, que flota sobre las afueras de sudáfrica, indica que algo ha cambiado en el planeta. ¿Invasión? Nó, pobres langostinos. Tuvieron la desgracia de arribar a un mundo que no está listo para aceptar la integración. La desconfianza, los rencores y el miedo, obligan a los humanos a encerrar en un ghetto a los visitantes. Allí, los langostinos deben encontrar la forma de sobrevivir. Drogas, prostitución, tráfico de armas y crímenes en general son moneda corriente en su sector. La gente detesta a los aliens y no tolera que el gobierno los ayude. Algunos grupos radicales desean que los trasladen. En la villa extraterrestre se han instalado grupos de traficantes que aprovechan que la ley no tiene alcance allí dentro, para hacer sus negocios (cualquier parecido con la realidad no es una simple coincidencia). A mudar los langostinos, entonces. Un burócrata menor de la organización encargada del traslado, se convierte a nuestros ojos en el protagonista de ésta historia. Allí el film se convierte en una pesadilla espeluznante. Los roles cambian. El hombre muta. Todo lo que era una simple entrega de información se complica, como la narración de la cinta. Sector 9 es original, violenta, cruda, divertida, arrolladora, sorpresiva y nada convencional. Puede que tenga similitudes con varios films, pero no puede llamarse copia. Cada vez que toma un rumbo que la acerca a películas reconocibles, cambia, se transforma en otra cosa...al igual que el protagonista.
Hay momentos en los que siento que el cine de este género no da para más, pero siempre hay un pendejo con ideas locas que logra que me enamore, una vez mas, de las historias de extraterrestres.

Por Guillermo Hernández en Era Chino